martes, 12 de julio de 2011

CENTRO CRISTIANO PALERMO - 10 de julio 2011

UNA NOCHE DE AQUELLAS
Marcos 4.35-41

• La prueba de un producto… si Susana Gimenez o Messi promueven un producto, debe ser bueno. Si es de Bayer, es… Así la Pal. de Dios. Al ponerlo a prueba, se comprueba su efectividad.
• Vimos la parábola del sembrador: dos constantes: la semilla y el sembrador. La variante: la tierra que lo recibe.
• Los discípulos escucharon la Palabra todo el día. Para Jesús fue un día largo y difícil. Ni bien se embarcaron para cruzar el lago y regresar, Jesús se durmió. Esto hombres estaban acostumbrados al Mar de Galilea de noche. Pescadores. Pero algunos eventos esa noche cambiarían sus vidas y sus percepciones de quién era el Señor Jesús.
• Hoy estamos en un viaje hacia un puerto no visto. Tormentas van a levantarse y mover nuestros barcos. Pensamos que seremos destruidos. Pero son necesarias. Hechos 14.22.
• Los discípulos y nosotros son puestos a prueba después de escuchar la Palabra.

A. FUE UNA NOCHE DE GRANDES DIFICULTADES. 4.37

1. Lo fulminante de la tormenta – “se levantó una gran tormenta” – común en este lugar. El Mar de Galilea o Lago de Genesaret medía unos 20 kms de largo por unos 10 de ancho, pero tenía unos 50 m de profundidad, y estaba a unos 200 m debajo del nivel del mar. El mar puede estar calmo un minuto y luego con una tormenta fulminante que aparece de la nada.
• La vida también puede ser así. Todo bien un minuto, luego desaparece el fondo. Una llamada por teléfono, una visita al médico, un segundo del reloj, y de pronto estamos en medio de la tormenta de la vida. Van a venir. Job 41.1, Jn.16.33. Vos estás entrando en una tormenta, en medio de una, o saliendo de una.

2. Lo fuerte de la tormenta – “la barca… comenzaba a inundarse”. Estos pescadores endurecidos tenían miedo de la tormenta. La barca se movía y se estaba llenando de agua. Una tormenta violenta. No podían ver la costa ni los otros barcos alrededor de ellos. Estaban en gran peligro.
• Las tormentas de la vida suelen ser muy severas… tormentas de sufrimiento con enfermedades y dolores, aflicciones, tormentas de dolores por la partida de alguien querido, tormentas de pecado que entra suave y dulcemente, nos promete lo mejor, pero de pronto nos deja destruidos y dañados, que solo la sangre de Cristo y su perdón nos pueden reparar.

3. La fuente de la tormenta - ¿De dónde vino esta tormenta? Puede haber sido natural, común en ese lugar. Pero quizás era raro que viniera de noche con tanta fuerza. Puede ser que Dios lo mandó para enseñar a estos hombres a confiar en Jesús. Pero también podría ser de origen satánico. Cuando Jesús dijo “Calla” en v. 39, es la misma palabra que usó en 1.25 cuando le dijo al demonio que se calle. Quizás Satanás intentó destruir a Jesús.
• Las tormentas de la vida también pueden venir de varias fuentes: Pueden ser por culpa nuestra… hacemos “macanas” y tenemos que pagar el precio. Basta leer el libro de Jonás. Dios le dijo “Vé”, Jonás contestó “No”.
• A veces Dios permite las tormentas para disciplinarnos y hacernos allegarnos a Él. Esto pasó con David y Betsabé, 2 Sam. 11 y 12. O para que confiemos más en Él.
• Pero también pueden ser de origen satánico. Satanás crea una tormenta en la vida para que fracasemos y nos alejemos del Señor. Hará todo lo posible para destruirte a vos y a tu fe en Dios. Él es nuestro enemigo. 1 Pedro 5.8


B. FUE UNA NOCHE DE GRANDES DUDAS, 35, 38

• La tormenta más grande esa noche no fue en el Mar de Galilea, sino en los corazones de los discípulos. Hubo una tormenta de dudas al ver a Jesús dormido en la popa del barco. Desesperados, lo despiertan…

1. Dudaban de su cuidado de ellos. “¿no tienes cuidado que perecemos? ¿Por qué? Ya habían visto a Jesús conquistar a demonios, curar enfermedades, y sanar multitudes. Ahora se enfrentan con una tormenta y tienen miedo. Deberían saber que un soplo de viento sobre una laguna no podía conquistar al Señor omnipotente! ¿cuál era su problema? Miraban las circunstancias y no al Señor.
• Seguramente hemos tenido actitudes muy similares. Nos sentimos abandonados. “Señor, ¿no te importa lo que me está pasando??? Pero la verdad es que al Señor sí le importamos. Más de lo que podemos imaginarnos. Heb.4.15-16. Aunque quizás no lo veas, Él está haciendo algo para vos.
• Los discípulos habían dejado todo para seguir a Jesús, y ahora Él los guió a una situación imposible. Tenían miedo que morirían. Pero el Señor nunca nos abandonará, Heb. 13.5

2. Dudaban de su promesa. “Pasemos al otro lado”. Jesús ya les había dicho lo que iban a hacer. Si hubieran creído sus palabras, se estarían riendo de la tormenta.
• Nosotros no somos muy distintos. Ya nos prometió que todo saldrá bien, Rom.8.18 y 28. Prometió cuidarnos, Luc.12.32. Si le creemos de corazón , podríamos enfrentar las tormentas sin temor. Sabríamos quién controla las tormentas y tendríamos paz.
• IL Un oficial estaba de luna de miel con su esposa nueva en un crucero. De pronto una terrible tormenta comenzó a azotar el barco. Ella se asustó mucho, pero él no. Incluso ella se enojó al verlo tranquilo. Después de un rato, él tomo su espada y puso su punta en el cuello de ella. Ella lo miró y sonrió. “¿No tenés miedo? le pregunta él. “No, no tengo miedo de una espada cuando está en manos del que me ama”. Luego se dio cuenta…
• Así no tenemos que temer una tormenta cuando está en manos de Aquel que nos ama. El que reina sobre tierra y mar. El que puede calmar las tormentas de la vida. El Señor está en control.


C. FUE UNA NOCHE DE GRANDES DESCUBRIMIENTOS. 39-41

1. Sobre el poder del Señor – La tormenta que tanto aterró a los hombres, no fue problema para el Señor. Habló y reprendió la tormenta. Y hubo calma total.
• Servimos al mismo Dios hoy. Mt.28.18; Ef.3.20. Si Él lo desea, puede calmar tu tormenta con una palabra. Pero quizás desea que crezca aun más para que te acerques más a Él.

2. Sobre las promesas del Señor – Tal como lo dijo, pasaron. Descubrieron que su palabra y su promesa es fiel! Y aun sigue siendo fiel. Rom.4.21

3. Sobre la presencia del Señor – Si el Señor está en tu barca, tenés una gran ventaja. Había otras barcas, pero Él solo estaba en una. Era el lugar para estar. Debemos recordar que todos estamos en la misma barca y que Jesús está con nosotros… aunque a veces parezca estar dormido…

4. Sobre los propósitos del Señor – Les permitió estar en esta tormenta para enseñarles a confiar en Él. Nosotros tenemos la Biblia. Nos dice lo que ha hecho y lo que puede hacer. Solo necesitamos confiar en Él. En Marcos 6 se levanta otra tormenta, y vuelven a tener miedo. Pero esta vez, Jesús no está con ellos. Así que Él viene a ellos y calma la tormenta. Aun cuando no lo vemos, Él nos ve y está obrando. Quiere educarnos y enseñarnos a confiar. Su propósito no es hacernos sufrir o herirnos, sino que crezcamos.

5. Sobre la paz del Señor. ¿Qué hacía Jesús mientras ellos gritaban y entraban en pánico? ¡Dormía! ¿Por qué? Sabía que estaba en el centro de la vol. de su Padre. Sabía que iba a morir en una cruz, y no en una braca. Confiaba en que su Padre lo cuidaría.

6. Sobre la persona del Señor - ¿Quién es este,…? Aprendieron que Jesús es el que está en control de todo viento, toda ola, toda tormenta. Que era bueno conocerlo y estar en relación personal con Él. El temor de la tormenta pasó a ser un temor y reverencia a su persona.

Concl. No sé cuál es tu tormenta hoy, peor sé quien puede calmarla. Puede calmar tu sufrimiento, tu dolor, tu tristeza. Puede librarte y perdonarte del pecado. ¿Necesitas escuchar que le diga a tu tormenta, “silencio, cállate”? Ven a Él.