CCP – 5/5/13
VIRTUDES NECESARIAS PARA LA UNIDAD
Efesios 4:1-3
·
Una noche—12 de Nov de
1819—se presentaron en el domicilio del Gral. Manuel Belgrano un grupo de
oficiales insubordinados. “¿Qué queréis,
mi vida?” preguntó Belgrano. “Tomadla si ha de hacer lazo de unión entre
hermanos”. Bastó para que los exaltados
se apaciguaran.
·
Vivimos en una época de
mucha desunión: Israelíes y Palestinos, EE.UU.
y Nor Corea, Peronistas K, PRO, FDV, etc., Radicales, etc.; esposos y esposas,
padres e hijos, creyentes con otros creyentes, etc.
·
Pablo ha enfatizado mucho
la unidad que tenemos en Cristo. El que
no da importancia a esto es como el piloto que se preocupa que su café está
tibio cuando su avión se va a pique.
·
En la iglesia de Cristo,
Dios nos ha dado unidad. Este pasaje
enfatiza cómo debemos vivir en función de esta unidad.
·
Efesios 1—3 à Grandes y eternas verdades de la fe, la
misión de la iglesia en el plan de Dios;
4—6 à Cómo debe ser cada miembro de la Iglesia para llevar a cabo este
plan.
Romanos 1—11à “
; 12—16 à “
Colosenses 1,2à “
; 3,4 à “
·
Dios dice en 1—3: “Te hice
un santo”; en 4—6 dice “Ahora viví como un santo”. Temas: cómo vivir en unidad, los dones
espirituales, el nuevo hombre en Cristo, el matrimonio, la familia, cómo
defendernos del enemigo. y la oración.
A.
El Mandamiento a la Unidad. 4:1-3
1.
Nuestro
llamado (1)
·
“Yo pues”—o “Por tanto, yo...” Una
deducción lógica de lo que acaba de decir Pablo sobre el deseo de Dios de que
seamos fortalecidos, que habite Cristo, que conozcamos su amor, y que seamos
llenos de toda la plenitud de Dios.
·
“prisionero”—Pablo aprendió a mirar más allá de las circunstancias inmediatas—estar
encadenado, en la cárcel. Era preso no
de Nerón, sino de Cristo. Vio la mano de Cristo en todo. El apóstol veía detrás
de lo visible a lo invisible (2 Co 4:18).
Detrás del césar estaba Cristo, por eso decir “prisionero del César”
sería muy superficial. APL
·
“os ruego” – (parakaleo – “los llamo,
les pido, les animo, les ruego) cp. Romanos 12:1. Pablo no puede obligar, sino implora. ¿Tiene
derecho Dios a obligarnos? Sí. Pero quiere que voluntariamente nos
sometamos a él. No merecemos la
salvación, pero Dios igual quiere que vivamos de tal manera que honremos los
propósitos o “vocación” o llamamiento que Él tiene para c/u de
nosotros, que es declarar por boca o demostrar por nuestras vidas el carácter y
obra de Jesucristo quien vive en nosotros.
Simplemente quiere nuestra obediencia. (Iglesia—no una organización,
sino organismo dependiente de una Cabeza, Cristo)
·
“andéis”—describe muy bien lo que es la vida en Cristo.
2.
Nuestra obligación, (2,3)
·
Cuando uno ingresa a una sociedad u organización,
aun a una iglesia, asume ciertas obligaciones para ayudar en los objetivos que
tiene. En estos primeros tres versículos
tenemos cinco de las palabras más grandes de nuestra fe cristiana:
a.
La Humildad
·
La primera y principal es “humildad” (tapeinofrosuné—“bajeza de mente”). Una palabra que se acuñó por primera vez en
el cristianismo.
·
“Humildad”—dice Aristos: “H. es una virtud consistente en conocer
nuestra bajeza y miseria, y proceder de conformidad con este conoci-miento //
Sumisión, rendimiento”. Debemos vernos como DIOS nos ve.
·
Antes del cristianismo,
la humildad no se consideraba una virtud. Era algo despreciable. La primera parte de la palabra, tapeino, se
usaba como “cobarde”, “vil”, “servil”.
Pero en Cristo, es muy importante.
·
¿Cómo se logra?
1). Viene del conocimiento propio. Es cuando el creyente llega a ser consciente
de su propia indignidad como resultado de conocerse íntimamente. Es vernos tal como somos (“Intenta ser tan
bueno como lo dices en Facebook”). Casi
todos nos creemos mejor de lo que realmente somos. Pero la verdadera humildad viene cuando nos
miramos a nosotros mismos y vemos nuestras debilidades, fracasos, egoísmo, etc.
2). Cuando nos colocamos al lado de Cristo. Y cuando considera-mos lo que Dios espera de
nosotros. Dios es perfecto. Al ponernos al lado de lo perfecto, vemos
nuestra imperfección. Me puedo creer un
buen predicador… hasta que escucho a otro predicador.
3) Al darnos cuenta de nuestra criaturidad. Nos encontramos en absoluta dependencia de
Dios. Él es el Creador, nosotros
solamente somos las criaturas.
b. La Mansedumbre
·
Mansedumbre, amabilidad,
cortesía. Describe al hombre que se
indigna en el momento adecuado, cuando ve injusticias y sufrimientos de otros,
pero no cuando las injusticias y sufrimientos donde él es el objeto. Es el corazón humilde que no se queja contra
Dios.
·
No hay palabra en español
que lo describe perfectamente. No es
debilidad, pues Jesús era “manso” y “humilde”, teniendo todo el poder de Dios a
su alcance.
·
Es una palabra que
describe un animal domado y domesticado para obedecer y estar perfectamente
controlado. Es el hombre que tiene sus
instintos y pasiones bajo control. No el
suyo, sino bajo el control de Dios.
c. La Paciencia
·
(makrothumía—mucho
aguantar) Es lo opuesto de ira, asociado con misericordia
·
Describe al espíritu que nunca cede, que soporta
hasta el final, que no admite la derrota, no se da por vencido, no se desanima,
sino que persevera hasta el fin.
·
“soportándoos”—es aguantarse o tolerándose
el uno al otro con todas nuestras diversidades e idiosincrasias.
·
Pero esta palabra también describe la paciencia con
personas. Es el que se niega a la venganza o revancha. IL – Un perro cachorro y su mamá… la muerde,
la fastidia, etc., pero la perra en vez de enojarse, aguanta con dignidad. Es la persona que soporta insultos sin amargura
ni quejas, no se irrita.
·
En el N.T., se aplica repetidas veces a Dios. Pablo pregunta al pecador si desprecia la
paciencia de Dios (Rom.2.4); habla de la paciencia que Jesús tuvo con él (1
Tim.1.16); Pedro habla de la paciencia de Dios en los días de Noé (1 Pe.3.20),
y su paciencia para nuestra salvación (2 Pe.3.15). Si Dios fuera hombre, ya hubiera “perdido la
paciencia” con el mundo hace mucho tiempo.
Debemos imitar esa paciencia.
d. El Amor
·
El amor ágape era algo tan nuevo en el mundo antiguo
que los escritores tuvieron que usar una palabra griega casi desconocida,
dándole un sentido totalmente nuevo.
·
Las cuatro palabras griegas para amor es eros, filia, storgue, y ágape. El sentido de ágape es la decisión de
demostrar amabilidad y benevo-lencia hacia otra persona, no importando lo que
esa persona haga:
·
sean insultos, malas palabras, etc. Es más que un amor emocional, sino también
un amor de voluntad.
·
Es mantener una buena voluntad con los que no la
tienen con nosotros, ni son amables, ni nos gustan. Es buscar el mayor bien posible para con los
demás, sean como sean.
e. La Paz
·
Estas cuatro grandes virtudes de la vida
cristiana—humildad, amabilidad, paciencia, y amor—desembocan en una quinta: la
paz.
·
Pablo pide a los lectores que se ocupen de mantener
“la unidad del Espíritu” que debe caracterizar a la verdadera iglesia.
·
La paz se puede definir como la debida relación entre las personas. Pero esta paz, esta unidad,
esta relación solo se puede conservar de una manera: Si nos fijamos bien, cada una de estas
virtudes depende de la negación del YO.
·
Mientras el yo sea el centro de todas las cosas,
esta unidad no podrá existir nunca. En
una sociedad donde domina el yo, no puede haber más que unidades
individualistas en guerra.
Pero cuando muere el yo y Cristo toma su
lugar en nuestros corazones (3.17), entonces se produce la paz y la unidad;
características supremas de la verdadera Iglesia donde Cristo reina.
Conclusión
·
¿Cómo es mi andar como
hijo de Dios? ¿Me esfuerzo en mostrar unidad? (Ej.- Si alguien critica a otro
creyente, ¿cómo reacciono? Si falto a
las reuniones en forma habitual, ¿afecta mi relación con otros?
·
v2, ¿me describe a mí?—o
es todo lo contrario
·
¿Siento que algunos causan
o estoy causando desunión? Si es así,
¿espero que el otro tome el primer paso?
·
Quizás tenga que empezar
con los que están más cerca de mí: cónyuge, madre o padre, hijo, hermana.
·
Piense en aquella persona
que quizás vea un poco apartada o aislada de la iglesia—haga planes de
visitarla esta semana.
·
Quizás tenga que empezar
con Ud. mismo—su orgullo, impaciencia, actitud de crítica o desprecio... Necesita entregarse al Señor (v6)