miércoles, 21 de septiembre de 2011

CENTRO CRISTIANO PALERMO

Un Fantasma Sobre el Agua

Marcos 6.45-51

• ¿Cuántos creen en fantasmas? – En realidad todos nos enfrentamos con fantasmas. Tenemos temores. Tenemos tempestades personales en la vida: enfermedad, soledad, temor a inseguridad, falta de dinero, falta de dirección.
• Sabemos que Jesucristo estuvo presente cuando nacimos de nuevo. Que estará presente cuando nos venga a buscar o cuando morimos. Pero, ¿entre ambos puntos? ¿Es Cristo una realidad ahora para mí? ¿Me basta Cristo y solo Él ahora? (repaso).
• Pero podemos contar con la presencia de Jesús. Él lo hizo al acercarse a la barca de sus discípulos.
• Veamos como este “Fantasma” actuó con los discípulos aterrados.


A. LA PROTECCIÓN DE CRISTO. 6.45

• Después del milagro de alimentar a los 5000, Juan dice que quisieron apoderarse de Él por fuerza y hacerlo Rey. Aparentemente Jesús hace que sus discípulos suban a la barca y cruzaran el mar de Galilea antes de esto.
• Así no se entusiasmarían inútilmente. Los protege de un “romanticismo” o de un orgullo, y los enfrenta con un verdadero problema.
• Nos imaginamos a los discípulos cansados, fríos, mojados, … y ¡eso por obedecerle! Apl.


B. LA PLEGARIA DE CRISTO. 6.46-48a

• Foto de Kennedy y su hijo… resolvía asuntos de importancia con algunos ministros y estadistas y les dirigía la palabra. Pero los ojos de todos estaban sobre su hijo de unos 3 o 4 años… (fotos).
• Así Dios nos dirige la Palabra, pero nuestra vista está sobre su hijo. Y Él al mismo tiempo nos mira y nos cuida, y según Romanos 8.34 intercede por nosotros… como lo hizo esa noche al lado del Mar de galilea.
• En la madrugada, Él vio que remaban con grandes esfuerzos, lit. tortuosamente.
• Mar de Galilea (fotos), unos 6 kms de ancho y 10 de largo.
• Se calcula que era cerca de la Pascua y era luna llena, y Jesús los observaba del monte.
• No oró que les quitara el viento. Sino que aprendieran una lección importante y que su fe se profundizara en Él. Pero oración genuina implica acción. APL

C. LA PRESENCIA DE CRISTO. 6.48b-50

• En la tormenta del cap. 4, Jesús estaba en la barca. Aquí fuera de la barca. ¿Cambió la realidad?
• ¿Podrá ser que Jesús se “disfrazó” de fantasma? Cuántas veces pasamos por problemas y dificultades, vemos “fantasmas” y pensamos lo peor. Pero cuando pasa todo, vemos que el Señor estaba allí en medio de todo.
• Detrás de la máscara de dificultades y fantasmas que imaginamos, está la presencia del Señor Jesucristo. Muchos creyentes han experimentado la verdad de Isaías 43.2 Cuando cruces las aguas, yo estaré contigo; cuando cruces los ríos, no te cubrirán sus aguas; cuando camines por el fuego, no te quemarás ni te abrasarán las llamas.
IL. José – vendido por esclavo y termina como esclavo en Egipto. Acusado falsa-mente de intento de violación. Encarcelado. Llega a ser 1er ministro bajo Faraón. Hambre. 10 hermanos va a Egipto para buscar alimento. Este hombre los trata bruscamente. Demanda ver un hermano de ellos. Los acusa de espías. Los encarcela y acusa de ladrones. Todo va mal en peor. Hasta que revela “No teman. Soy yo, José su hermano”. Les salvó la vida!
• Caminar sobre agua … ¿se puede? (video)
• Así es que Jesús viene hacia ellos para conquistar su tormenta y miedos.


D. EL PODER DE CRISTO. 6.51

En este punto, Mateo relata la experiencia de Pedro… (Mt. 14.28-33) —Señor, si eres tú —respondió Pedro—, mándame que vaya a ti sobre el agua. —Ven —dijo Jesús. Pedro bajó de la barca y caminó sobre el agua en dirección a Jesús. Pero al sentir el viento fuerte, tuvo miedo y comenzó a hundirse. Entonces gritó: —¡Señor, sálvame! En seguida Jesús le tendió la mano y, sujetándolo, lo reprendió: —¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?
• Típico de Pedro…impulsivo, habla antes de pensar. Pero Jesús le tiende la mano y lo levanta en seguida.
• Pedro comenzó bien, pero como muchos, luego comenzó a mirar a su alrededor y ver las dificultades, y confiar en su propio poder. APL – al ver y pensar en nuestros problemas y pecados, en vez de mirar a Cristo, nos hundimos aun más.
• v 51 – Al subir Jesús a la barca y al calmarse la tempestad, los discípulos quedaron “sumamente asombrados”, impactados. Ver a Jesús, luego a Pedro caminar sobre las aguas, los vientos cesar, la rápida llegada a su destino según Juan, quedaron con la boca abierta…

E. LA PARADOJA DE CRISTO. 6.52-56

1. Ante los Discípulos, 52.

Mateo 14.33 dice – Y los que estaban en la barca lo adoraron diciendo: —Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios.
• Aun así, dice Marcos que el milagro de los 5000 no les dio ninguna lección. Ni se acordaron de cuando calmó la tempestad en cap. 4. Tenían sus corazones endurecidos.
• Muchas veces no aprendemos porque no buscamos aprender. No recibimos bendición porque no esperamos bendición.
• Discípulos quedaron asombrados, pero no entendieron. Quizás trataron de racionalizar los milagros… todos tenían comida bajo sus túnicas y al ver al niño compartir, decidieron sacar lo suyo y comieron, o que Jesús conocía una barra de arena a nivel de la superficie del agua y caminó sobre ella.
• ¿No tomaremos así las promesas del Señor? Lo que promete aquí está bien para otros, pero no para mí. Desconfiamos en lo que creemos.

2. Ante las Mulitudes, 53-56

• Habían comido, habían visto milagros. Ahora querían más. Era la misma multitud que nos dice v 34 que Jesús tuvo compasión por ellos, y los vio como ovejas sin pastor.
• Pero, ¿Por qué vinieron? Todos vinieron no para dar, sino sacar algo de Él. Ni siquiera uno vino para servir al Señor.
o Es como el joven o el esposo que solo vive en su hogar para sacar provecho. No aporta nada, no ayuda en nada. Espera que le sirvan, le preparen la ropa, y que lo dejen descansar y disfrutar.
o Otros se aprovechan de sus amigos. Son mandados a hacer para pedir favores, pedir prestado. Los demás están para servirle. Luego cuando ya no los necesita, se olvida de ellos.
o Algunos se aprovechan de la iglesia. Vienen solo para ocasiones especiales, con la actitud que la iglesia está para servirlos. Pero no levantan un dedo en ayudar en los ministerios de la iglesia.
o Y están los que se aprovechan de Dios. Él está solo para cuando tienen necesidad de Él. Sus oraciones son solo peticiones, y hasta demandas. Dios es como el botón de un hotel. Se toca la campanita para que venga y les sirva lo que desean. O un botiquín al cual acudimos cuando nos duele algo.
• Si nos examináramos a nosotros mismos, veríamos que todos somos culpables hasta cierto punto de estas actitudes.
• ¿Por qué no acudir a Jesús para ofrecerle nuestro amor, nuestra devoción, nuestro servicio?

Conclusión - ¿Relacionamos el carácter de Dios con nuestros problemas?
• Si Dios es un Dios de gracia y poder, entonces debo tener su paz al saber que mis pecados son perdonados por siempre. Por lo tanto las tormentas y pruebas no son castigos, sino son para enseñarnos.
• Si mi Dios es amor, y realmente creo que me ama intensamente, no me apocaré ni menospreciaré a otros, pues Él también nos ama. Y voy a confiar que Él está conmigo con mis problemas.
• Si mi Dios es misericordioso, entonces no va a dejar que mi problema me haga víctima, sino que tendré victoria en Él.

• Hay dos encarnaciones de Dios:

o En Cristo – por eso celebramos la Navidad
o En la Iglesia – en c/u de nosotros, por el Espíritu Santo que vive en nosotros.
• No sé cuál será o es la tormenta por la que estás pasando, pero, Jesús te dice: “¡Ten ánimo. Soy yo. No temas!”
• Quizás pienses que nadie ve tu problema, y que realmente… a nadie le importa. Pero “¡Ten ánimo. Soy yo. No temas!”