CCP –13-5-2012
CUMPLIR O MORIR: EL SER DETERMINADO
Marcos 10:32-34 .
-Una mujer compra un loro: resulta que es muy atrevido, malas palabras, insultos, etc. Ella no da más. Su pastor sugiere que lo junte con su lorita que era muy santa. Siempre decía: "vamos a orar". Así que ella lleva su loro al pastor.
-Ni bien llega, el loro le dice: "Hola, preciosura, dame un besucón".
-La lora levanta la vista: "Aleluya, ¡por fin mis oraciones han sido contestadas!". – Vemos una lora determinada.
-¿Nos damos por vencido fácilmente?
v. 32—Jesús, determinado, "adelante" va a Jerusalén. -Determinado a cumplir la voluntad. de Dios—y a reconciliar al hombre con su Padre.
-¿Problemas?
-"subiendo a Jerusalén. "—ahí estaban los
1) líderes religiosos, enemigos de Jesús. El no ir allí le hubiera evitado la muerte.
2) multitud, que ya no seguía a Jesús como antes. Ya no hacía milagros como antes; y su incredulidad y riquezas les cegaba al mensaje.
3) discípulos, quienes mismos le negarían, se esconderían, no entendiendo lo que pasaba.
-Determinación: Para sobrevivir hay que olvidarse de presiones y problemas externos, siguiendo adelante con lo que es importante como el matrimonio, servir al Señor, etc.
*DETERMINACIÓN: combinación de CORAJE y PERSISTENCIA. Esto produce resultados. Pero, ¿Como podemos ser determinados?
A. EL EJEMPLO DE JESÚS – vemos
1. Su Soledad. Iba delante de sus discípulos. Ellos estaban perplejos y con miedo. Un ambiente de tragedia inminente. Hay decisiones que uno tiene que tomar a solas. Si Jesús hubiera consultado con ellos, habrían intentado impedírselo. Hay decisiones y caminos que uno debe tomar, a veces en terrible soledad. Pero debemos recordar que cuando uno está completamente solo, es cuando Dios está más cerca de él.
2. Su Determinación. Jesús ya había predicho dos veces lo que le sucedería en Jerusalén. Cada vez era más contundente. La primera (Marcos 8.31) era algo escueto. La segunda vez (9.31) incluyó la traición. Ahora aparecen las burlas, mofas, y azotes.
· Hay dos clases de coraje: uno es como una reacción instintiva—una crisis repentina (un niño corre a la calle y viene un camión—uno sale corriendo para recogerlo), y otro es el que ve un conflicto terrible que se aproxima, y hay tiempo para dar media vuelta y evitar el conflicto, pero uno toma la determinación consciente y deliberada de seguir adelante (ir al dentista, o enfrentar un examen). Es el que mostró Jesús.
3. Su Magnetismo. Los discípulos sabían dos cosas de Jesús: era el Mesías, y que iba a morir. Pero estas dos cosas no tenían sentido juntos. Totalmente desconcertados, pero seguían a Jesús! Todo estaba oscuro, pero amaban a Jesús, y aunque quisieran, no lo podían dejar. Estaban dispuestos a aceptar lo que no lograban entender.
B. LA IDENTIDAD DE UNO – debemos
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1. Saber Nuestro Lugar (en el plan de Dios). -v.33 "He aquí, subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre...". Jesús sabía su lugar en el plan de Dios. No importaba los peligros que le enfrentaría o lo que pensaban los demás. Ej. Peligros de ser policía o bombero.
2. Saber el Lugar de Jesús (en nuestras vidas). Como:
a) El Hijo de Dios - El es una replica exacta de Dios, y un representante de Dios ante el hombre.
-Ej. los "Hijos de los profetas" en AT. -Jesús: "La voluntad de mi Padre he venido a hacer"; o "así como el Padre me envió" "Yo y el Padre uno somos", etc. Por eso los Judíos quisieron apedrearlo.
b) El Hijo del Hombre - Una réplica exacta del hombre ideal y a la vez, su representante ante Dios. Nosotros por nuestro pecado, estamos "destituidos" de la gloria de Dios. Adán lo fue hasta que pecó. Solo a través de Cristo podemos presentarnos ante Dios.
3. Un Paralelo.
Cuando recibimos a Cristo, el Espíritu Santo vive en nosotros y nos equipa para un ministerio. El es la VID y nosotros los PÁMPANOS o ramas. Solo los pámpanos llevan fruto. La obra de Dios no se hará si los pámpanos (nosotros) no lo hacen.
El creyente es una réplica de Cristo al demostrarlo en su vida, y a la vez, es su representante al declarar a Cristo a otros. ¿Lo hacemos?
-Nadie más puede tomar tu lugar en la voluntad de Dios. Si tú no haces tu parte, y yo no hago mi parte, nadie más lo hará, salvo si Dios me reemplaza por otro.
· Pero hay otra cosa que nos ayuda a enfrentar el futuro…
C. LA SOBERANÍA DE DIOS
1. Descripción. (33,34)
· -Primer anuncio—Mr.8:31 con algunos detalles
· -Segundo anuncio—Mr.9:31 con más detalles
· -Tercer anuncio—Mr.10:33 con aun más detalles
Muestra que Él sabía aun antes que los soldados romanos o judíos que El moriría.
2. Significado.
Jesús sabía que Dios estaba en control de su vida- ¿Creemos lo mismo nosotros? Rom. 8:28,29
· La Tragedia. Llegaría a Jerusalén el Mesías, el Hijo de Dios, sobre un burrito. ¿Será adorado?, ¿amado?, ¿le seguirían? NO
-"Será entregado". "A lo suyo vino, y los suyos no lo recibieron". Lo condenan. Todo en el nombre de religión. Mayoría de las religiones separan al hombre de Dios.
3. Seguridad (34c)
-"Al tercer día..." Vemos la seguridad que Jesús tenía que no quedaría en la tumba.
-Dos humildes personas: un carpintero y una joven, reciben noticias acerca de un Salvador que nacería y seria confiado a ellos.
-Arriesgando reputación y burlas, ellos son fieles. Enseñan la Palabra a sus hijos. ¿Valió la pena? Colosenses 3.16 –“Que la palabra de Cristo more en abundancia en vosotros…”
-Hace unos 60 años, Alguien vino a hacer su morada en mi corazón. Desde chico, mis padres me disciplinaron y guiaron en los caminos del Señor. Nunca sentí seriamente que mi gozo en vivir fue amenazado, ni que siguiendo a Cristo seria una barrera a la vida plena.
-Cuando joven determiné en mi corazón que le amarla y le servirla con mi vida. ¿Valió la pena?
Concl. ¿Cómo anda la relación entre vos y el Señor? Cristo determinó cumplir la voluntad de su Padre y murió en la cruz por ti y por mí.
–¿Has determinado como resultado, amarle, seguirle, servirle?
Debes saber
1. quién eres tú. ¿Eres hijo/a de Dios?
2. quién es Él. ¿Es tu Salvador y Señor?
3. con seguridad que Dios quiere usarte para su honra y gloria.
Sabiendo estas cosas, es muy sensato tener la determinación de invertir nuestras vidas para Aquel que hizo todo por ti y por mí, para que podamos tener la vida eterna y el perdón de pecados. Romanos 12.1-2
