CCP – 8-9-13
Un Servicio Espiritual
Efesios
6.5-9
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A partir del 5.18, todo lo que Pablo enseña es
dependiente de si estamos bajo el control del Espíritu Santo: matrimonio,
relación de hijos y padres, y ahora entre amos y siervos.
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Pablo se dirige a una situación común a ese día. Como habían muchos esclavos en el imperio
romano—se calcula que habían unos 60 millones, con seguridad había una gran
proporción de esclavos en la iglesia.
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Los esclavos eran la base del trabajo, incluían
siervos domésticos, trabajadores manuales, y también gente educada como
maestros, doctores, y administradores.
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Se podían heredar o comprar o como parte de pago de
una deuda. Prisioneros eran convertidos
en esclavos. Era parte de la sociedad y
no era un “problema” en la mente.
Totalmente aceptado por casi todo el mundo. Eran más “cosas” que “personas”. Formar amistad entre amo y esclavo era
impensable. Los esclavos no tenían
ningún derecho legal. Eran solo
herramientas de trabajo.
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Se cuenta que el César Augusto crucificó un esclavo
que acciden-talmente mató su perdiz que tenía como mascota.
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Juvenal escribió que el más grande placer de un amo
era “escuchar el dulce canto de sus
esclavos cuando eran azotados”.
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Pero también habrían amos en la iglesia. Y la proclamación de que en Cristo no hay “esclavo ni libre” (Gál 3.28),
seguramente trajo conflictos entre esclavos y amos cristianos.
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La Biblia no apoya ni condena la esclavitud, pero sus
principios eventualmente terminaron con la esclavitud (1 Cor. 7.21 - ¿Eras
esclavo cuando fuiste llamado? No te preocupes, aunque si tienes la oportunidad
de conseguir tu libertad, aprovéchala). Lo que sí enseña es que cada creyente debe
vivir vidas justas, no importa en qué circunstancia se encuentre.
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Habiendo tanto abuso, Dios le instruyó a Pablo que
estableciera los mandatos del Señor para esclavos y amos. Y de estos sacamos principios que aun rigen
para nosotros hoy.
A. El Deber del Esclavo. 6:5-8
Encontramos seis principios fundamentales que se aplican al que trabaja
en relación de dependencia. El concepto
clave es obediencia, y estos
versículos nos dicen cómo debemos relacionarnos con los que están sobre
nosotros.
1. Obedecer con “temor
y temblor”, 5a
·
El ser obediente se refiere a uno que “espera un comando del amo y que luego lleva
a cabo ese mandato”. Era estar
siempre listo para hacer lo que se le pedía sin quejas ni protestas.
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El temor no es tener miedo de sus amos, sino de llevar
a cabo sus deberes con celo, con un temor de desobedecer a Dios. Pablo usa la misma palabra “temor” en 1 Cor.
2.3 donde se refiere a su predicación.
2. Obedecer con
“integridad de corazón”, 5b
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No haciendo las cosas a medias o hipócritamente, sino
con completa devoción, con la consciencia de que uno sirve a Cristo mismo, aun en los trabajos más
ordinarios.
3. Obedecer como si
Cristo fuera tu patrón, 5c (ver 6 y 7)
§
Si el Señor te dio un trabajo, y lo haces para la
gloria de Dios, Él bendecirá tu trabajo secular de igual manera como bendice el
trabajo espiritual que hacemos.
§
Bendecirá al plomero como bendice al predicador, al
minero como al misionero, a la esposa en su hogar como a la que trabaja en un
orfanatorio.
4. Obedecer no solo para
ser visto, 6a
·
“sirviendo al ojo”— gr. oftalmodoulián solo usado también en el
pasaje paralelo de Col. 3.22.
·
O sea, trabajar solo porque el patrón te está
mirando. Eso es aparentar que uno es
fiel cuando no lo es. Tarde o temprano
el patrón se dará cuenta de tu falsedad.
Uno debe trabajar las horas que se le esperan que trabaje.
·
Más bien debemos considerarnos “esclavos de Cristo”, y servirle con toda nuestras capacidades y
energía. Él es nuestro verdadero patrón. Y ya que somos esclavos de Él, estamos
obligados de llevar a cabo esta orden del Señor de servir fielmente a nuestro
patrón terrenal. Aunque el patrón no
esté mirando, ¡el Señor lo está!
5. Obedecer con gozo, 6b-7
·
Si tomamos nuestras responsabilidades como del Señor,
podemos hacerlo de corazón, sabiendo que si somos del Señor, somos esclavos de
Cristo, y que es la “voluntad de Dios”
servirle de buena gana.
·
Para el esclavo creyente del 1er
siglo, hacer la voluntad de Dios significaba que trataría de ser el mejor
esclavo posible.
·
Uno debe trabajar y servir “de buena voluntad (o gana)”.
La idea es servir con celo y entusiasmo, no de mala gana, sea creyente o
no el amo o patrón.
·
Ejemplos: José
sirviendo a Potifar (Gén. 39.4), al carcelero (v.23); y la chica que sirvió a
Naamán (2 Reyes 5.1-4)
6. Confiar en el Señor
por el “pago”, 8
·
Muchas veces uno espera algún tipo de halago o
reconocimiento del patrón. El esclavo –
menos. Pero quizás nunca nos llegue. El
Señor conoce todas nuestras acciones y motivos.
·
La falta de apreciación no era excusa para amargura o
un trabajo mal hecho. Algún día vendrá
el reconocimiento final.
Si del esclavo se espera todo esto, cuánto más nosotros que no somos
esclavos. No siempre trabajaremos en lo
que más nos guste, ni en un lugar ideal, ni tener patrones justos o pago justo.
El no seguir estos principios traerá un reproche sobre el Evangelio y a Cristo
mucho más grande que un esclavo desobediente.
B. El Deber del Amo. 6:9
·
Con la expresión “amos
terrenales” (v. 5) Pablo solo los identifica como tal en comparación con lo
que somos ante el Señor.
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“haced lo mismo” no es obedecer, sino tener la misma actitud y buena
voluntad hacia los esclavos, guiado por principios Cristianos.
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El amo o
patrón Cristiano ha de reconocer el valor de su siervo u obrero y tratarlos
como corresponde.
Pablo describe esta
sumisión mutua cuando escribió a Filemón, quien tenía un esclavo llamado
Onésimo. Este huyó de su amo llevando consigo algunos objetos de Filemón. Onésimo va a Roma donde conoce a Pablo quien
le comparte el Evangelio y se convierte.
Pablo entonces lo manda de
vuelta con una carta diciéndole a Filemón que lo reciba como un hermano, y que
lo perdone. Por lo general el esclavo
que escapaba y robaba era ejecutado cuando era capturado, o por lo menos
torturado o castrado.
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El Señor
no se impresiona ni con el patrón que tiene de todo ni con el esclavo que no
tiene nada. Lo que quiere es que seamos
fieles a Él.
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Amenazas
no sirven. El creyente sabe que algún
día todos daremos cuenta al Señor, y que para Él “no hay favoritismos”.
·
Si Dios
te ha puesto con autoridad sobre otros, este mandamiento es para vos. Algún día también darás cuenta a tu Amo de
cómo tratabas a otros.
·
Así como
el esclavo, el amo debe “de corazón hacer
la voluntad de Dios”. Solo así puede
cumplir Ef.5.21
C. La Eternidad en
Vista, 6.8,9b
- Vendrá un día
en que no importará si eres obrero o patrón. Lo que sí va a importar es
qué has hecho con lo que Dios te dio.
- Como nos Ve
Dios – Rom. 8.28-29. Dios no
hace acepción de personas. Te ha puesto donde estás para que le sirvas
allí. Lo mejor es que crezcas en Él
y des fruto. Que tu vida glorifique
a Dios!
- Como nos
Recompensa Dios – Quizás en esta vida recibirás poco
reconocimiento o promoción. Pero tu
día de pago vendrá ante el Juicio del Señor. 1 Cor. 3.11-15. ¿Escucharás un “bien hecho, buen siervo y fiel”?
Conclusión - ¿Sirves al Señor
sirviendo a otros? ¿Trabajas como si
fuera para el Señor? Usemos cada
oportunidad de servir al Señor fielmente sirviendo a otros, y vivir para su
honra y gloria.