miércoles, 22 de febrero de 2012

¿QUIÉN ES EL MÁS GRANDE?

Marcos 9.30-41

INTROD. En camino a Capernaúm, Jesús toma este tiempo para enseñar a sus discípulos más sobre Él y su ministerio. vv. 30-31 no entendieron por qué Jesús tenía que sufrir y morir (oportunidad para presentar el evangelio)

I. UN DEBATE. v. 33-34

· Aparentemente estaban avergonzados de lo que discutían. Quizás la razón del debate de quién era el más grande era porque Jesús escogió a tres de su número, Pedro, Jacobo y Juan para ir con Él al monte Hermón (v.2), y que al bajar de la montaña, estos tres no podían compartir lo que vieron y oyeron allí (9).
· Quizás estos tres estaban tan maravillados por lo que vieron –“Nunca vi algo así! Fue la experiencia más maravillosa de mi vida espiritual!” Podemos imaginarnos, estaban contentos, hablando entre ellos. Quizás sintiéndose “superior” a los demás.
· Recién habían sido como fracasados y ridiculizados por la multitud por no poder sanar y haber discutido con los escribas. Nos podemos imaginar que los otros 9 se sintieron inferior y marginados, y los tres actuando superiormente. Quizás Pedro dice “Es obvio que yo soy el líder. Recuerden que yo fui el primero en declarar que Jesús es el Mesías!”. Andrés: “Pero yo te presenté a Jesús, hermano!” Juan: “Pero nosotros estuvimos con Él por más tiempo” Judas: “¿Y yo? Él me confió con el dinero!”
· Y así. Cada uno se cree mejor que el otro. Con razón estaban avergonzados, y ante la presencia de Jesús, ven cuán inmaduros y egocéntricos fueron, mientras Él hablaba sobre cosas eternas, y recién había mostrado su gloria. Había comprobado su poder sobre demonios. Y ellos…
· ¿Vemos esto en la iglesia hoy? Casi toda iglesia tenemos a los que quieren ser los más grandes – así como Diótrefes en 3 Juan 9. Pero todos hemos sido pecadores salvos por la gracia de Dios, llamados a amar y servir a los demás.

II. UNA DEMOSTRACIÓN. v. 35-37

· Para corregir estos pensamientos inmaduros y necios, Jesús se sienta para enseñar su verdad. Cuando un rabino se sentaba en esos días, demostraba su autoridad sobre sus estudiantes.
· Les enseña a través de una gran paradoja: Para ser grande hay que servir a otros. La palabra “servidor” se traduce “diácono” o “ministro” en otros pasajes. La grandeza se consigue a través del servicio humilde a otros. Algunos creen que merecen respeto y trato preferencial porque tienen cierta posición en la iglesia. Hasta en convención de pastores algunos parecen pavos reales esperando que otros les digan cuán grandiosos son.
· Al humillarnos, Dios nos exalta (Mt. 23.12; 1 Pe.5.5).
· Para ilustrar su enseñanza, Jesús toma a un niño y les dice que si “reciben” a un niño en su Nombre, están recibiendo al Padre y al Hijo. Recibir lleva la idea de “mostrar hospitalidad” y satisfacer sus necesidades.
· ¿Por qué un niño? Eran lo más bajo en la escala social. Eran propiedad. No podían hacer nada para los adultos. No pueden enaltecer en la sociedad a un adulto. Pero sí pueden enseñarnos mucho sobre lo que es el ministerio!
· Cuando un niño nace, demanda toda nuestra atención y cuidado. Si lo ignoramos, llorará y gritará hasta que lo atendamos. Uno da y da y da hasta que sea adulto. Necesita ser servido y atendido.
· Nosotros solemos servir y atender solo a los que puedan hacerlo a los que pueden devolver su servicio. Buscamos a los que nos puedan hacer vernos mejor ante otros.
· Ej. La noche antes de morir, Jesús tomó la forma de esclavo y lavó los pies de los discípulos.

III. UNA DECLARACIÓN. v. 38-41

· Juan menciona algo que habían visto antes. Alguien expulsaba demonios en el nombre de Jesús con éxito, a pesar de que “no es de los nuestros”. ¿Por qué él sí, y ellos no pudieron? Había que callarlo.
· Jesús responde que aunque alguien da un vaso de agua en su Nombre, sería recompensado. Había que dejarlo.
· A veces somos como los discípulos. Alguien hace algo que es distinto a como nosotros lo hacemos, lo criticamos. Lo juzgamos. Tratamos de callarlos. Pero debemos recordar…
o Ninguna iglesia, pastor, o ministerio es dueño de la verdad en forma exclusiva. Lo importante es que el Señor sea glorificado.
o Cada iglesia es distinta. Dios usa a los que son distintos. Cuidémonos de juzgar a otros ministerios, predicadores, o iglesias porque son distintas. Quizás no nos guste su música, su libertad en vestimentas, etc. pero si predican el evangelio y aman a Jesús, somos de la misma familia. Quizás tengan métodos, y aun doctrinas secundarias distintas, pero estamos en el mismo equipo.
o Al final, cada iglesia y cada ministerio será juzgado por la clase de gente que produce. Si produce gente mundana, es algo del mundo, no importa lo que digan. Si producen gente que aman a Dios y viven para Él, son un instrumento que dios usa.

CONCLUSIÓN: Ilustración: Durante la guerra Revolucionaria, el Presidente y Comandante General Jorge Washington cabalgaba y vio a un grupo de soldados tratando de tirar abajo un árbol. Casi podían pero necesitaban un poco de ayuda. Washington vio a su comandante parado a un lado gritando órdenes.
“¿Por qué no los ayuda?” preguntó Washington.
Indignadamente el oficial respondió, “Señor, yo soy su comandante. Yo doy las órdenes y ellos hacen el trabajo!”
Oyendo eso Washington se bajó de su caballo, y quitándose su abrigo, ayudó a los hombres cumplir su trabajo. Al terminar, miró al oficial y le dijo, “Señor, si sus hombres necesitan ayuda, por favor llámeme en cualquier momento”.
El oficial dijo: “Gracias, amigo, y ¿dónde puedo ubicarlo para llamarlo?
Washington contestó “Me puede encontrar en la carpa del Comandante General”, y con eso se fue dejando un oficial sorprendido y avergonzado.

· ¿Quién es el más grande en este lugar? Es aquel que sirve a los demás sin pensar en lo que puedan recibir en retorno. Es el que toma el último lugar para que otros sean primeros. Es el que sirve a otros que quizás no pueden devolver nada. ¿Te describe a vos esto?