miércoles, 30 de noviembre de 2011

EL SUPLICIO DE UNA MUJER

El Suplicio de una Mujer
Marcos 7.24-30


· ¿Quién tiene una necesidad en este lugar? (Orar) Pienso que todos o casi todos tienen una o algunas necesidades importantes. Algunos no tienen idea cómo pueden ser satisfechas. Problemas familiares, financieros, problemas con chicos, problemas internos, hábitos, enfermedades, etc.
· Una mujer se allega a Jesús con un problema. No pide una cena completa… solo las migajas. Pero esas migajas era una hija poseída.
· Jesús recién había dicho que nada es impuro en si mismo, sino que lo que contamina es lo que sale del hombre. O sea, lo que está en el corazón del hombre es lo que él realmente es.

A. UNA MADRE Y SU PEDIDO. 24-26

· En el pasaje paralelo de Mat. 15.21-28 dice que la mujer vino a Jesús “gritando”. Estaba desesperada por la condición de su hija. Habiendo oído de Él, de cómo había hecho sanidades y milagros, seguramente pensó que podría sanar a su hijita. Vino con esperanza en su corazón. (Apl)

B. UNA MADRE Y SU PERSISTENCIA. 27-28

· Al no recibir la respuesta que esperaba, se mantiene firme hasta que lo recibe.

Los Obstáculos de la Fe. Habían varios obstáculos que tenía que vencer para obtener esa sanidad. Parece que de todos lados hubo resistencia. Pero con paciencia y persistencia, pudo lograr su meta. Estaban los obstáculos de:

Raza – v. 26 dice que era extranjera o de cultura griega. En Mat. 15.22 dice que cananea. Dos cosas: era descendiente de un pueblo maldecido – cuando Josué llevó al pueblo de Israel a Canaán, tenían que destruir por total a los cananitas, Dt. 7.2. Segundo, vino de una región conocida por sus prácticas horribles.

Religión – siendo no judía le gritó a Jesús, “Señor, Hijo de David, ten compasión de mí”, Mateo nos dice que Jesús no le respondió palabra.

Racismo – cuando los discípulos ven y escuchan a esta mujer llamando a su Mesías, reaccionan diciéndole a Jesús que la despida! No querían saber nada con ella. ¡No era una de ellos!
Rechazo – La respuesta de Jesús parece demasiado duro, y seguramente la dejó mal

Realidad

Las Oportunidades de la Fe – a pesar de su aparente manera de hablar, Jesús no le cerró la puerta en la cara. v. 27 – Primero los hijos. Primero los hijos de Israel. Pero hay segundos. Él quiso madurar la fe de la mujer, no desanimarla.

Mateo 15.22 y Marcos 7.25 – Ella se dirige a Jesús como el Mesías.

Mateo 15.24-25 y Marcos 7.27- Ahora lo empieza a ver como su única esperanza. En Mat. 15 ella se arrodilla ante Él. Se humilla. Lo adora, y apela a que le dé su ayuda.


Mateo 15.26-27 y Marcos 7.27 – Escucha que Jesús la compara a un perro. El judío llamaba perro al no judío, a homosexuales. En Mat. 7.6 Jesús compara al perro con un cerdo. Pero la palabra aquí es “perritos”, una mascota, parte de la familia. El perrito que está bajo la mesa esperando que caiga una migaja, moviendo su cola. El perro sabe lo que hay, y espera que alguien le tienda una mano.

· Vemos como Jesús la lleva de una actitud de ser rechazada a una de poder recibir aunque sea algún pequeño favor del Señor.

Las Obligaciones de la Fe.

· Muchos ya se hubieran dado por vencidos! Jesús la ignoró, los discípulos mostraron su antirracismo, hasta es comparada con un perro. Pero persistió.
· Algunos dirían – “Si Dios es así, no necesito ese Dios de amor que predican, no quiero esa clase de religión cerrada, exclusivista, etc.”.
· Ella persistió… ¿Por qué? Su hija necesitaba liberación de su esclavitud. Su familia necesitaba la salvación. Necesitaba ayuda y estaba determinada! Aunque sea una migaja, pero aun eso era más que suficiente!
· Cuando tenés problemas y obstáculos, ¿pensás en abandonar a Dios? Cuando ves que a otros creyentes no les importas, ves su hipocresía y apatía, ¿te volverás como ellos? ¿Decidiste que Dios no te va a ayudar? Entonces necesitas ser persistente. Buscad, pedid, llamad… Mt.7.7-8

C. UNA MADRE Y SU PREMIO. 29-30

Jesús Respondió a su Fe – Jesús se maravilló de la profundidad de su fe! En efecto, ella es una de dos personas de quienes se refiere Jesús que tienen una fe tan grande (Mt. 15.28). La otra era un centurión romano que vino a Jesús para que sanara su siervo enfermo. Ambos eran gentiles! Aquí ve a un “perro gentil” que tiene más fe que los líderes fariseos, saduceos, sacerdotes judíos. Es lo que el Señor quiere ver en nosotros!

Jesús Recompensó su Fe – Recompensó su fe al darle exactamente lo que ella pidió… sanó a su hija! Su fe fue tan grande que no pidió prueba, pero se fue a su casa y encontró a su hija sana y salva y seguramente a su familia restaurada.

· Conclusión: Seguramente hay algunos aquí que están en una situación con problemas quizás tan o más dolorosos. Han orado – y orado… y todo sigue igual. El diablo te susurra “¡No vale la pena! ¡A Dios no el importa! Dejá de molestarlo con esto. No va a cambiar!. Pero hay esperanza!
· Quizás hoy el Señor responderá a tus llantos.
· Quizás hoy será removida esa montaña.
· Quizás hoy será el día en que vengas a Él para ser salvo.
· Quizás hoy Él te dice, “Está bien. Yo me encargaré de tu problema”.
· Quizás hoy será cuando Dios reemplace el dolor con su paz.
· Ven a Él hoy y lleva tu problema a Él con fe que te escucha. Déjalo en sus manos y Él cuidará de ti.

· Vimos como Jesús sanó enfermos, un leproso, un paralítico, como calmó la tempestad, liberó al endemoniado de Gadara, alimentó a los 5000. Puede hacer algo grande contigo.

· Mira a Jesús colgado en una cruz. Está muerto. Toman su cuerpo y lo colocan en una tumba fría. Por tres días no pasa nada. Se acabó la esperanza y parece que el mal triunfó. Pero mirá otra vez. ¡El Vive!

Quizás solo necesites una migaja de su mesa. Otros necesitan más. No sé dónde estás ni qué necesidades tiene. Pero conozco a un Dios que sí sabe, y puede ayudarte allí donde estás. Quizás hoy Jesús te dice, “Que se cumpla lo que quieres”.