domingo, 11 de agosto de 2013

Responsabilidades del Esposo - Efes. 5.23-33

CCP – 11-8-13

Responsabilidades del Esposo

(Matrimonio III)
Efesios 5:23-33

§         Si bien la palabra que caracteriza el deber de la esposa, la que caracteriza el deber del esposo es “amor”.  En los tiempos de Pablo, se enseñaba que el esposo ha de amar a la esposa, pero usando la palabra “phileo”.  La enseñanza cristiana introdujo la palabra “agape” – un amor fuerte, determinado, decisivo.

A.      El Papel del Esposo,  5:23

            1.  Mandato: Ser “cabeza de la mujer”

·         enseñado a través de las Escrituras
·         Gén 3:16 – él se enseñoreará de ti”
·         Col 11:3 – el varón es cabeza de la mujer”
·         Significado – No significa ser dictador, anarquista, etc.  Es ser un buen gerente, organizador, que sabe como hacer que otra persona funcione mejor.
·         Razón – no es porque sea superior, sino porque Dios lo ha diseñado así y por las distinciones que El creó en ambos sexos.

            2.  Modelo: “así como Cristo es cabeza de la iglesia”

·         No hay más razón de que la mujer se queje de este orden que la iglesia se queje del señorío de Cristo.  Es liderazgo con amor.
·         Así como Cristo es el Salvador de la Iglesia, el marido es el protector de su mujer.  Ella debe crecer emocionalmente y espiritualmente bajo su liderazgo, y él debe crecer en su confianza en las decisiones que ella necesita tomar.
·         El marido es responsable ante Dios de guiar y liderar a su familia    (1 Tim 3:4a “que gobierne bien su casa”).
·         Cuando fallamos en esto, estamos desobedeciendo, y defraudando a nuestras esposas, y mal representamos la relación entre Cristo y la iglesia.

B.      El Deber del Esposo.  5:25-33

1.       Mandato“amad a vuestras mujeres”

                   a.  Es el amor “ágape – que consiste en una entrega consciente para el bien de la persona amada, sin importar el costo ni el resultado.  No es un amor sensual (eros) ni mutuo (filos), que también deben estar en la relación matrimonial.
                   b.   Es un mandamiento – y a un mandamiento se decide obedecer o no.  No es un sentimiento.  Los  sentimientos son muy inestables.  Juan 3:16, Gál 2:20.  Es dar, entregar,  y no ver “¿qué puedo recibir?, ¿qué saco yo de todo esto?”.

2.       Modelo
                   a.   “como Cristo amó a la iglesia, y se entregó... ”
·         Sin el amor “ágape” el hombre abusaría de su autoridad, y si hay solo amor filos, sería un amor mezquino y egocéntrico.
·         Primer paso para cumplir este requisito – ser lleno del Espíritu, el esposo santificado y purificado por la sangre de Cristo y por la Palabra, no tendrá ningún problema en brindar esta clase de amor.
·          “Como Cristo amó...” -  Él tomó para sí una multitud de pecadores, murió por ellos para presentarla como una iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga... (27).
·         Esto excluye todo tipo de brutalidad o falta de consideración.
·         También quiere decir que nunca podremos llegar a un punto límite de amar o de amar demasiado.
·         Hombres, ¿Estamos dispuestos a amar a nuestras esposas a tal punto que estamos dispuestos a dar nuestras vidas por ellas? – Juan 15:12,13. 12 Y éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado. 13 Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos. 
·         Alguien puede decir…“Pero, yo no siento amor como antes...”  El amor es algo que está basado en una decisión y se cultiva y se aprende y se nutre.  El sentimiento es el resultado de este proceso.
·         Este es el aspecto divino de este mandato.  También hay un aspecto humano – v. 28.

                b.    “como a sus mismos cuerpos”, 
·         La esposa ahora es parte de su cuerpo, así como la Iglesia es el cuerpo de Cristo – ella constituye lo que él es ahora – v. 31: “los dos serán una sola carne”.  Herirla es herirse uno mismo;  hacerla feliz es hacerse feliz uno mismo.
·         Este amor no es solo una obligación sino que es nuestra responsa-bilidad debido a la diferencia en naturaleza.  Si no hay amor, como hombres es nuestra culpa, pues habremos dejado de mostrar amor en algún momento.  1 Juan 4:19 – “Nosotros le amamos porque Él nos amó primero”.
·         V. 33 – “como a sí mismo”­ – no necesariamente significa que debo amarme a mi mismo, sino que el hombre debe amar a su esposa como parte de sí mismo.  Involucra alimentar, nutrir, cuidarla, entenderla, comprenderla, etc.
·         El esposo debe amarla ya que ella es su cuerpo!


3.       Propósito, 26-27

·         ¿Cuál fue el propósito de Jesús en dar su vida por la iglesia?  Fue para hacerla santa.   Él la purificó “lavándola con agua mediante la Palabra”.  Probablemente “mediante el mensaje y el bautismo”.
·         El plan es hacerla santa, purificarla, y luego “presentársela a sí mismo” , cuando Cristo venga a buscarla y tomarla para sí., “sin mancha ni arruga …”.  Y así permanecerá  por toda la eternidad!
·         El Novio nunca aplasta a la iglesia.  Mas bien se sacrificó a sí mismo para servirla para que ella llegue a ser todo lo que Él desea… la iglesia en la plenitud de su gloria.
·         Así debe también amar el esposo a su esposa.  Desde un amor grandioso y sublime baja al amor propio.  Pablo es realista. Nunca comprenderemos la grandeza del amor de Cristo, “que sobrepasa todo entendimiento”, pero todos sabemos que la realidad es que nos amamos a nosotros mismos.  De ahí viene la “regla de oro” – tratar a otros como nos gustaría que nos trataran.
·         Por amor propio, el esposo debe amar a su esposa, cuidarla, alimentarla, y “ser un solo cuerpo” con ella como los somos de Cristo.
·         La relación sexual no debe ser solo una unión de cuerpos, sino que simboliza una unión profunda de personalidades y sentimientos, que expresa nuestra profunda unión con Cristo.
·         Pablo ya comparó esa tremenda unión con otros cuadros:  la del cuerpo humano, y la de un edificio.
·         Pedro nos da dos aspectos más sobre esta relación marido mujer.

4.       “Vivid con ellas sabiamente”  1 Pe 3:7

·         Es mucho más que vivir con ella bajo el mismo techo, compartiendo la misma mesa.
·         Es tomarla en cuenta en cada decisión de la casa, no relegándola a un 2° lugar para lavar, planchar, barrer, cambiar pañales, etc.  mientras él mira la tele.
·         Incluye recreación (¿Por qué tantos hombres van a los bares cada noche?), el trabajo – no solo fuera sino en la casa.
·         Vivir con ella es buscar por todos los medios su felicidad en forma inteligente – recordar cumpleaños, aniversarios, felicitarla o ser agradecido al comer, y aun ... en la cama.

·         Ella quiere saber y sentir que es amada por su esposo.
1.       Dando honor a la mujer

·         Tratarla como corresponde el trato a una dama.  Ser el galán que fuimos antes de casarnos.  Generalmente el esposo trata mejor a otras mujeres que a su propia esposa.
·         Ella no es la “china” ni la “ama de casa” ni la “gorda”, ni la “patrona”. Es tu mujer, tu esposa!
·         ¿Por qué debe tratarla con honor?
           
a.       porque es un “vaso más frágil”
·         no más débil mental o espiritualmente.  Es como un juego fino de loza que hay que cuidar en forma especial.

b.      porque es mi compañera espiritual
·         no como entre los talibanes o judíos o mormones que rebajan a la mujer.

c.       porque quiero que Dios conteste mis oraciones.

Conclusión
·         Si no estoy en comunión con mi esposa, ¿puedo estar en comunión con Dios?  Ambos van juntos.
·         Dos mandamientos:  “Amarás al Señor tu Dios...”  (Mt 22:37)
·         “Maridos, amad a vuestras mujeres”.

¿Nos comprometemos en amarla como Dios quiere?