miércoles, 17 de octubre de 2012

EL GRAN SIMULADOR


El Gran Simulador
Marcos 14.10-11

·          Judas Iscariote, el discípulo más notorio y más odiado entre los discípulos.  Aparece en todas las listas de discípulos menos en Hechos 1.  Un traidor.
·          Expuesto a las mismas enseñanzas que los demás, vio los mismos milagros, pasó tres años al lado de Jesús, pero nunca confió en Él para salvación.  Al contrario, se endureció.
·          Pero fue el hipócrita mejor de todos los tiempos.  Nadie sabía su estado de fraude y simulador sino Jesús.  Vamos a conocerlo un poco mejor.
·          Pero hay dos lecciones que nos da su vida:  1) Es posible estar cerca de y asociarse con Jesús, y seguir endurecido por el pecado.
·          Judas nos recuerda que los propósitos de Dios siguen en pie, no importa lo que uno hace.
·          Veamos algo más de este Gran Simulador.


EL PERSONAJE DE JUDAS.  10

·          No conocemos mucho de Judas por medio de la Biblia.  Se menciona unas 20 veces en los evangelios y 2 veces en Hechos.  En cada lista es mencionado último.  Habla solo en dos ocasiones.  Es algo de un enigma y misterio.  Pero igual podemos aprender unas verdades importantes…

·          – “Judas” es el griego del hebreo “Judá”, el hijo mayor de Jacob y padre de la tribu más grande y dominante de Israel.  Significa o “Jehová guía” o “El que Jehová alaba”.  Sus padres probablemente eran judíos que amaban a Dios y deseaban lo mejor para su hijo.  Pero tener padres Cristianos no garantiza nada.  Tiene que haber un encuentro personal con Cristo y un cambio de vida radical.

·          Su “apellido” era Iscariote.  “Is” es de “ish” – hombre;  era un hombre de Kariot, un pueblo agricultor a unos 35 kms. Al sur de Jerusalén.  Era el único discípulo que no era de Galilea, en el norte. Los demás quizás ya eran amigos, algunos hermanos, etc.  Judas era el único extraño al grupo – no conocían nada de su trasfondo, sus antepasados, etc.  Lo que le ayudó esconder su hipocresía.  Los del sur eran más educados que los del norte, lo que ayudó lograr ser tesorero del grupo.  Los demás discípulos confiaron plenamente en él – y quizás Judas mismo creía que estaba todo bien.  Pero nos demuestra que el corazón es engañoso (Jer.17.9).


EL PRIVILEGIO DE JUDAS
1.      Escogido por Jesús – No hay duda que Judas fue escogido por Cristo. Hay tres profecías del A.T. que debemos ver:  1)  Salmo 41.9 - Aun mi mejor amigo, en quien yo confiaba, el que comía conmigo, me ha traicionado. En Juan 13.8 Jesús dijo que esta profecía sería cumplida en su traición.  2)  Salmo 55.12-14 - No me ha ofendido un enemigo, lo cual yo podría tolerar; tampoco me ha atacado quien me aborrece, pues de él podría haberme escondido.  ¡Has sido tú, que parecías ser mi amigo, mi compañero, mi hermano del alma!  3)  Zacarías 11.12-13 -  Entonces les dije: «Si les parece bien, denme mi salario. De lo contrario, déjenlo así.»Y el pago que me dieron fue de treinta monedas de plata. Y el Señor me dijo: «¡Vaya precio el que me han puesto! ¡Échalo al tesoro!» Y yo tomé las treinta monedas de plata y las eché al tesoro del templo del Señor.  Está claro que cuando Jesús escogió a Judas, sabía quién era y lo que haría (Juan 6.70 - Jesús les respondió: «¿Y acaso no los he escogido yo a ustedes doce, y uno de ustedes es un diablo?»).  Judas nació para llevar a cabo la traición de Jesús.  Pero no fue forzado el hacerlo. Lo hizo porque quiso.  Judas podría haber confiado en Jesús para su salvación, pero traicionó a Jesús.  Fue condenado por ser incrédulo.

2.      Consagrado por CristoMarcos 3.13-15 - 13 Después Jesús subió a un monte y llamó a los que él quiso, y ellos se reunieron con él. 14 A doce de ellos los designó para que estuvieran con él, para enviarlos a predicar, 15 y para que tuvieran el poder de expulsar demonios.
·         Cuando Jesús llamó a Judas, vino por su propia voluntad – creyendo que quizás Jesús liberaría a Israel del dominio romano. No fue a seguir un Salvador, sino un revolucionario. Pero Jesús igual lo “designó”, lo entrenó para la misión que tenía para sus discípulos – para estar con Él cada día por tres años.  11 de ellos entendieron el mensaje de salvación por gracia. No Judas.  Así muchos hoy escuchan el evangelio, lo entienden, pero buscan otra cosa en Jesús.  Judas también trabajó para Jesús como los demás, se le dio poder para evangelizar y sanar.  Seguro predicó con poder, hizo milagros, etc.  No se veía “distinto” a los demás discípulos.  Era una cizaña entre el trigo.  Quizás ni Judas se dio cuenta al principio.  ¿Vemos algo parecido hoy?


EL PROBLEMA DE JUDAS

1.       Su Confusión - ¿Por qué Judas quisiera “entregar” a Jesús, después de haber pasado tanto tiempo junto a Él?  Cuando fue claro que Jesús no vino para liberar a Israel de Roma y restaurar su reino, se desilusionó con Él.  Siguió a Jesús porque quería prosperidad y poder.  Por lo menos logró robar algo de las alcancías del grupo al ser nombrado tesorero.  Pero con el tiempo, sus esperanzas se tornaron en odio.

2.       Su Codicia – Hemos visto que Judas era un ladrón y cuando María ungió a Jesús, vio su oportunidad de hacerse de dinero derramarse como “desperdicio” (versos anteriores y Juan 12.4-6).  ¡Todo un año de sueldo!  Aun los demás discípulos se dejaron convencer por sus palabras. Obviamente Jesús no valía eso.  Jesús lo reprendió, pero ni aun así se arrepintió.  Derramado con un perfume muy caro por un lado, con odio por otro.  El dinero era para él más importante que la persona de Jesucristo.

3.       Su Condenación – Hay los que creen que Jesús era salvo, pero perdió su salvación.  Pero la salvación es eterna y es algo que no se puede perder.  Recordemos que Jesús se refirió a él como un diablo.  La salvación es por la gracia de Dios y se recibe por fe.  Efesios 2.8-9 –  Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios,  no por obras, para que nadie se jacte.  Si nunca has puesto tu fe en Jesucristo para la salvación, entonces estás tan perdido como Judas!


EL PLAN DE JUDAS

1.      Involucró Traición – Después de que Jesús lo reprendió en la fiesta, Judas fue a los líderes para negociar su entrega.  Mateo 26.14-16 nos dice que el precio acordado fue de “treinta piezas de plata”, el precio de un esclavo.  No era mucho, pero era todo lo que valía Jesús para Judas!  Unos $160 de hoy.  Pero hay los que lo venden por menos… lo traicionan por unos momentos de placer, por hacer su propia voluntad en vez de la del Señor, por drogas, sexo, alcohol, etc.  Sea mucho o poco, no hay nada que puede compararse al valor de tu propia alma – Mateo 8.36-37 – porque ¿de qué le aprovechará al hombre ganar todo el mundo, si pierde su alma?   ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?

2.      Involucró Blasfemia – Judas hizo el acuerdo y tomó el dinero, luego vuelve al grupo como si nada pasaba.  Esperaba su oportunidad de entregar y destruir a Jesús.  Durante la cena, Jesús enseña una lección importante sobre la humildad al lavar los pies de los discípulos, incluyendo a Judas (Juan 13).  Me imagino a Judas, sentado, sabiendo lo que estaba por hacer, pero no conmovido por el amor de Cristo.  Hasta Pedro protesta pero Jesús aclara que uno de ellos estaba perdido y lo entregaría.  Hasta anuncia que el que mojaba el pan con Él (un gesto de amor íntimo) lo entregaría, y luego le dice, “lo que vas a hacer, hazlo pronto, ¡hazlo ya!”.  Cuando Judas se va, el Señor instituye la Cena del Señor. La noche de entrega, Judas lo señala con un gesto de amor … un beso.  Esa noche, Judas blasfemó la Pascua, blasfemó al Hijo de Dios, el Cordero de Dios.


EL PADECIMIENTO DE JUDAS

1.       Su Desesperación – Después del arresto de Jesús, Judas comenzó a tener dolores de remordimiento por lo que hizo. Nunca llegó a arrepentirse, pero comenzó a darse cuenta de lo que hizo.  Intentó devolver el dinero, pero ya era tarde (Mt.27.3-4) Satanás usó a Judas para sus propósitos y luego lo descarta como si fuera basura.  Hasta Dios mismo lo había entregado a su mente “reprobada” (Rom.1.28) o sin valor.  El Señor lo entregó a su propia decisión.

2.      Su Decisión – Cuando Judas se da cuenta que ya no pudo arreglar lo que hizo, tiró el dinero en el templo y salió y se suicidó al ahorcarse.  Pero parece que ni eso lo hizo bien, pues la rama del árbol y su cuerpo cayo sobre un precipicio y se reventó en las rocas abajo (Mateo 27,6-10).  El dinero que tiró Judas se usó para enterrarlo allí.  Los mismos sacerdotes dieron dinero de los cofres del templo a Judas. Pero cuando este lo devolvió, no lo reintegran a los cofres pues ahora era “precio de sangre”, cumpliendo una profecía de Jeremías.

3.       Su Destinación.- Hechos 1.25 dice que Judas se fue “a su propio lugar”.  O sea, un lugar preparado para él:  la muerte eterna que terminará en el infierno.  Cada persona sin Cristo terminará allí.  Si no lo crees, considera los siguientes versículos (NVI)

·         Mateo 25.46 – Aquéllos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.
·         Mateo 3.12 – Tiene el rastrillo en la mano y limpiará su era, recogiendo el trigo en su granero; la paja, en cambio, la quemará con fuego que nunca se apagará.
·         Mateo 13.40 – Así como se recoge la mala hierba y se quema en el fuego, ocurrirá también al fin del mundo.
·         Mateo 13.42  Los arrojarán al horno encendido, donde habrá llanto y rechinar de dientes.
·         2 Tesalonicenses 1.9 – Ellos sufrirán el castigo de la destrucción eterna, lejos de la presencia del Señor y de la majestad de su poder.

·         Así como hay un cielo literal, hay un infierno real.  La decisión es aquí – si obvias a Jesús terminarás allí.  No importa cuán buen vecino eras, o si eras miembro de la iglesia, o cuánto dinero diste a causas buenas.  Todo depende de tu relación con Jesucristo.  Si eres salvo, irás al cielo.  Si no, ya sabes… que no te pase a vos.

ConclusiónJudas fue el “gran simulador”, pero Jesús expuso su hipocresía.  Le dio oportunidades para arrepentirse, pero por su incredulidad, terminó mal. ¿Estás confiando en la obra de Jesucristo allí en la cruz para tu salvación?  ¿Estás en una relación personal con el Señor Jesús?  ¿O eres como Judas, simulando ser un cristiano cuando en realidad no lo eres?  ¿Estás confiando en que estás bien ante Dios porque eres bueno?  ¿Podés pararte ante Dios y decirle, “merezco entrar a tu cielo porque soy siempre bueno.  Nunca hice algo malo en mi vida”?