domingo, 11 de julio de 2010

JESÚS, NUESTRO SEÑOR - 1

CENTRO CRISTIANO PALERMO – 20 de Junio 2010
“JESÚS, NUESTRO SEÑOR”
Antes de Nada… Jesús
Juan 8; Mateo 16

l Conversión de C.S. Lewis

I. LA IDENTIDAD DE JESÚS

· Antes de ser parte de la familia de Dios, tenemos que lidiar con la pregunta que Jesús hizo en Mt. 16.13 “¿Quiénes dicen los hombres que es el Hijo de Dios?

A. ¿QUIÉN ES JESÚS, SEGÚN LA GENTE HOY?

· Gran líder humano, gran maestro, fundador de cristianismo, un nazareno, un carpintero, un judío que dijo ser el Mesías, un mártir del primer siglo, el Hijo de Dios.
· C. S. Lewis escribió una advertencia:
Intento prevenir a cualquiera a que diga la estupidez que muchos dicen sobre Él: “Estoy dispuesto a aceptar a Jesús como un gran maestro moral, pero no acepto su afirmación de ser Dios”. Eso es algo que no podemos decir. Un hombre que solo fue hombre y dijo las cosas que dijo Jesús no puede ser un gran maestro moral. O es un lunático—al mismo nivel de el que dice ser un huevo frito—o es el mismo Diablo del infierno. Debes escoger. O este hombre fue, y es, el hijo de Dios: o sino es un loco o algo peor. Puedes encerrarlo como un idiota, puedes escupirle y matarlo como un demonio; o puedes caer a sus pies y llamarlo Señor y Dios. Pero no vengamos con condescendencias estúpidas que Él es un gran maestro humano. No nos dejó esa opción. No tuvo esa intención.

B. ¿QUIÉN ES JESÚS, SEGÚN LA GENTE DEL PRIMER SIGLO?

· Los mismos discípulos se preguntaban: “¿Quién es este, que aun el viento y el mar le obedecen?” (Mc. 4.41)
· Respondiendo a Jesús, sus discípulos dijeron: “Algunos dicen Juan el Bautista; y otros Elías; y aun otros Jeremías, o uno de los profetas” (Mt. 16.14)
· Los escribas o agentes de impuestos y fariseos estaban perturbados por este predicador: “¿Quién es este que habla blasfemias?” y “¿Quién es este, que también perdona pecados?” Lc. 5:21 y 7:49
· Esta pregunta hasta llegó a los más altos oficiales: Herodes: “A Juan lo hice decapitar; ¿quién pues, es este, de quien oigo tales cosas? Lc.9.9
· Pilato, cara a cara, le pregunta: “¿Eres tú el Rey de los Judíos?”, 23.3

C. ¿QUIÉN ES JESÚS, SEGÚN SUS PROPIAS AFIRMACIONES?

· Después de que sus Discípulos le dijeron a Jesús lo que otros pensaban de Él, Jesús le pregunta directamente a Pedro: (Mat. 16:15-17)
· La bendición de Jesús sobre Pedro indica que estaba de acuerdo y aprobaba la afirmación de Pedro. Otro discípulo, Tomás, dio una confesión similar en Juan 20:26-29. Notamos que Jesús no lo reprendió por llamarlo Dios, ni por caerse de rodillas ante Él y adorarlo.
· La esencia de la vida puede resumirse en esta pregunta: “¿Quién dices tú que soy yo?” O es Jesús un lunático, un mentiroso, o es Señor.

II. LA ETERNIDAD DE JESÚS

A. DE ACUERDO AL MISMO JESÚS

· Al ir a Juan 8, podemos casi sentir el calor del conflicto entre Jesús y los fariseos. Palabras fuertes. Jn. 8.39-40
· En seguida, las acusaciones se vuelven más fuertes: Jesús les dice “Vosotros sois de vuestro padre, el diablo”. v. 44
· Los fariseos, en cambio, acusan a Jesús: “Tú eres samaritano, y …tienes demonio”. v 48
· Pero Jesús mantiene su postura: “El que guarda mi palabra, no verá muerte” 5
· Con estas palabras, los judíos se vuelven más determinados – 52-54,56-57
· Y como remache, Jesús los desarma con la afirmación, que para ellos, no solo era fuerte y atrevida, sino blasfema: 58, dando su supremacía sobre Abraham y sobre el tiempo, pero también confirmando su identidad con Dios: “YO SOY QUIEN YO SOY
· Luego hicieron lo que es lógico: v. 59
· Según la Ley, blasfemia era castigable con muerte, Lev. 24.16; Jn.10.30-33

B. DE ACUERDO AL EVANGELIO DE JUAN

· Jn.1.1, 14-18. Como un traductor enseñando un idioma extranjero, Jesús nos explicó a Dios, con palabras que podíamos entender. Jesús pudo hacerlo porque no solo estaba con Dios, sino que era Dios.

C. DE ACUERDO A LAS CARTAS DE PABLO

· Fil. 2.5-7; Col. 1:16-17
III. LA IMPORTANCIA DE LA DEIDAD DE JESÚS

· Teológicamente, si Jesús no es realmente el Dios eterno, entonces todas las Escrituras están en juego en cuanto a su veracidad. ¿Qué más, entonces, es poco creíble?
· Prácticamente, si Jesús es un mero hombre, entonces no podemos ir a Él cuando estamos en necesidad, ni para salvación de nuestros pecados, ni para la salvación de las luchas de cada día.
· “El Hijo de Dios se hizo hombre para que los hombres lleguen a ser hijos de Dios.”

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